El mundo de hoy requiere ciudadanos críticos

“Pensamiento crítico significa pensar correctamente en la búsqueda de conocimiento relevante y confiable acerca del mundo. Otra manera de describirlo es pensar con destreza, razonable, reflexiva y responsablemente, enfocándose en tomar una decisión respecto a qué creer o hacer.”  (Stephen D. Schafersman,1991) 

Imagen de Teerawut Masawat  by Freepik
Partiendo de la definición, vemos que e pensamiento crítico permite al ser humano comprender su entorno, interactuar con él y tomar decisiones, y no de cualquier manera. De allí un componente interesante del concepto, brindado por los adverbios que definen esta manera de pensar: ‘correctamente’, ‘con destreza’, ‘reflexiva y responsablemente’, utilizando el raciocinio… (...) El pensamiento crítico supone entonces, desarrollarnos como ciudadanos íntegros, que podrán abordar situaciones, problemas y retos de manera integral, no con cualquier información, no sin antes razonar acerca de las distintas vías posibles, y de las consecuencias de cada una, y siendo verdaderamente responsables. 


Los niños y jóvenes de hoy 
El niño, el joven, toma decisiones en función del mundo que le entra por los ojos, suele ser seducido por todo lo positivo de un anuncio publicitario (R. Swartz, 2018), o por la azañas de un youtuber o la vida de una influencer, sin ver los aspectos negativos de ninguno de ellos. (...) El entorno resulta poco favorable para el desarrollo del pensamiento crítico, y por ende, hacerles más influenciables.

Asimismo, al investigar sobre un tema concreto, la información es fácilmente accesible y en grandes volúmenes, y de calidad muy variable.(...) Una búsqueda en Google devuelve infinidad de entradas de texto, imágenes y vídeos, de infinidad de fuentes. Lo más fácil e inmediato es quedarse con lo primero que les capte la atención, sin comparar informaciones, filtrar las fuentes ni verificar la validez de las mismas. (...) Tenemos por lo tanto, un reto, y es el lograr que los enormes beneficios de internet (hemos ganado en transparencia y rendición de cuentas, en el a acceso a la información y al conocimiento; acercar personas queridas a kilómetros de distancia,…) sean bien utilizados por nuestros jóvenes, en lugar de caer en abuso, adicción, superficialidad y en definitiva, actuar como la manada, sin pensar, como borregos. El mundo de hoy requiere más que nunca de ciudadanos críticos.

Pensamiento crítico y el sistema educativo: (motivos) 
El pensamiento crítico es una forma de pensamiento de orden superior; no se nace con ella, sino que se debe APRENDER. Como constatan Charlotte Blease (2017) y Schafersman, es una habilidad que debe entrenarse, que se adquiere mediante la técnica. La pedagogía basada en ejercitarla, es por tanto, necesariamente labor del sistema educativo.



Pensamiento crítico y el sistema educativo: (vías para trabajarlo)
De manera transversal: no encuentro asignatura o área en la que no haya cabida para desarrollar el pensamiento crítico. Todas nos lo permiten, si bien algunas es más evidente. Por ejemplo: en las ciencias, trabajemos el método científico: dudar, plantear hipótesis, experimentar, comprobar, corregir, demostrar. Utilicemos el pensamiento de las partes y comparemos con el método sistémico. 

Para trabajar el pensamiento crítico de manera transversal, existen metodologías y programas que permiten desarrollarlo de manera específica:

– Aprendizaje basado en el pensamiento, que brinda herramientas y técnicas específicas con un potencial claro. 
 – Pensamiento de diseño o design thinking: siendo una técnica originalmente diseñada para el mundo empresarial, su adaptación para el aula desde etapas iniciales tiene unos resultados fascinantes. 
 – Inquiry based learning, el método basado en aprender guiado por el planteamiento de preguntas y el cuestionamiento. 
– Aprendizaje basado en la experiencia. El aprender experimentando, dejando a los alumnos aplicar su conocimiento a la hora de encontrarse con un problema o reto, y luego sacar conclusiones sobre el pensamiento generado a lo largo del proceso. (...) El aprendizaje deja de ser lineal, se itera y con cada iteración, se construye el conocimiento. 

En definitiva, el pensamiento crítico forma parte de esas funciones cognitivas de orden superior, programémoslo adecuadamente para desarrollarlo a lo largo de toda la vida escolar y universitaria de nuestros niños y jóvenes.


Extracto de la publicación de Isabel Navarro (2018) publicado en  Educación Abierta.






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