Un profesor nunca será olvidado por sus alumnos, siempre y cuando dejó un huella en ellos durante su formación; ya sea porque les ayudó a sacar lo mejor de ellos o porque desarrolló sus clases de forma inolvidable.
En la actualidad, el papel del docente va más allá de solo transmisor de información porque también brinda a sus estudiantes herramientas y habilidades para que se sigan desarrollando. Esa labor adicional que hace todo profesor para con sus alumnos forma parte del coaching educativo el cual es una forma de enseñanza centrada en el desarrollo del conocimiento propio y de los demás, para así junto a otros elementos se propicie un aprendizaje significativo. Un docente-coach, se convierte en catalizador del crecimiento y desarrollo de sus estudiantes, invitándolos a la curiosidad y motivación, para que logren sus propósitos.
Estas son las habilidades para ser un docente-coach:
- Empatía: saber escuchar a sus estudiantes para poder orientarlos.
- Facilitador: ponerse a disposición para brindar apoyo en los desafíos.
- Motivación: inspira a sus estudiantes a lograr sus metas.
- Positivismo: tiene actitud proactiva y asertiva.
Lee más en Educaweb, "Coaching educativo: qué es y por qué debe implantarse en el centro"
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